lunes, 14 de marzo de 2016

Hormigas zombies

El silencioso ataque del hongo asesino que al ingresar al cuerpo del insecto se apodera de la mente de éste, manipulándolo y finalmente matándolo, todo esto con un fin malévolo...


Posiblemente ya hayas escuchado acerca de las hormigas zombies, o quizás no. ¿Algún insecto zombie? ¿Ni uno? Pff... ¿Acaso pensaste que eso era sólo ciencia ficción y fantasía? Pues no, no lo es, de hecho no hay sólo hormigas zombis, sino grillos zombis, saltamontes zombis, escarabajos zombies y cientos de otros insectos zombies!
Acéptalo, el mundo no es como pensábamos.

¿Cómo crear un zombie?

Cordyceps sp es un género de hongos parásitos, principalmente de insectos y otros artrópodos, que reemplaza el tejido del huésped provocando finalmente su muerte. Cuenta con alrededor de 400 especies identificadas y muchas aún no se describen. Son especialmente abundantes y diversos en bosques templados y tropicales, y a pesar de distribuirse mundialmente, una gran cantidad ha sido descrita en Asia (especialmente en China, Japón, Corea y Tailandia).

El hongo Cordyceps, luego de alojarse en el huésped comienza crecer, nutriéndose del cuerpo en descomposición del insecto. El hongo se mantiene en un activo crecimiento hasta llegar a su etapa reproductiva, en donde liberan las esporas que darán continuidad al ciclo.
Éstos son los son tan virulentos que pueden borrar incluso colonias completas de hormigas!
Y las hormigas no son las únicas víctimas de este asesino. Un hecho extraordinario es que cada especie de hongo tiene su propio huésped, es decir, existe un hongo Cordyceps específico para una especie específica de hormiga, que no actúa en ningún otro insecto.
En la selva el número y diversidad de insectos es inmenso, lo que explica la increíble cantidad de variedades de hongos Cordyceps que existen.

Los insectos representan aproximadamente el 90% de las formas de vida del planeta, y comprende el grupo de animales más diverso. Increíblemente, 80% de los insectos viven en selvas, y una de las especies más exitosas es la hormiga, pueden haber hasta 8 millones en una hectárea, pero no todo es perfecto para ellas, como ya deben suponer.
Te voy a explicar bien cómo todo esto ocurre para que tengas tema para hablar en la sobremesa del Domingo en la casa de tus suegros y no quedes en vergüenza cuando te hagan una pregunta.

La hormiga va caminando feliz de la vida cuando, lamentablemente, una ascospora (espora contenida en un asca) que volaba por los aires entra en contacto con su cuerpo. Ésta forma un apresuro, una especie de ventosa que le permite adherirse con mayor eficiencia a la hormiga. Así se produce la germinación de la espora, crece una delicada hifa (filamento que compone la estructura vegetal del hongo) cargada de químicos capaces de penetrar el recubrimiento externo de la hormiga y superar sus defensas. La hifa alcanza el sistema sanguíneo de la hormiga y el hongo empieza a multiplicarse como pequeñas células libres colonizando el interior de la hormiga. En ese momento, el hongo comienza producir una serie de toxinas especiales que llegan, eventualmente, a la llamada glándula post-faríngea, un órgano muy cercano al cerebro y cuya función puede estar relacionada con alguna faceta del comportamiento.

Corte visto desde un microscopio óptico de una hormiga Camponotus infectada con Ophiocordyceps unilateralis. 
Arriba: hifas en el interior de la glándula post-faríngea.
Abajo izquierda: músculo sano. 
Abajo derecha: músculo infectado. 
Es aquí cuando la cosa se pone interesante.
La hormiga comienza a presentar síntomas preocupantes, se toca la cabeza con sus patas, presa del frenesí, mostrando signos claros de desesperación. Si las hormigas obreras descubren hormigas infectadas a tiempo, las separan y las llevan lo más lejos posible de la colonia, pues saben lo que viene.
"Death grip"
La mente infectada de la hormiga la dirige a una posición elevada en una planta. (Ya veremos por qué, todo es parte del malévolo plan). Completamente desorientada se agarra a un tallo u hoja con su mandíbula dejando una marca llamada "death grip". La musculatura de la mandíbula se degrada por la infección, por lo que una vez cerrada no se volverá a abrir.
Y ahí, sobre el tallo u hoja de la planta, su agonía es lenta, va siendo consumida progresivamente por el hongo, y no pasarán más de 6 horas para que la hormiga muera. Las siguientes 24 horas, las células libres aún la consumen, consumen su sistema sanguíneo, las hifas comienzan a crecer su interior, entre las fibras musculares, degradándolas y formando una gran y compacta masa dentro del cuerpo, invadiendo y eventualmente remplazando sus tejidos.
Así es cómo el hongo se va desarrollando su interior. Las hifas atraviesan el exoesqueleto de la hormiga, lo que le da una apariencia peluda. Algunas hifas crecen también hasta la hoja aferrando el cadaver con firmeza a ésta.
El asesino "invisible" por fin hace acto de presencia aproximadamente 1 semana después (a veces de 2 a 21 días), del cadaver de la hormiga sale una larga varilla (estroma o cuerpo fructífero).
TODO ESTO con el fin de que, cuando finalmente el hongo madure, libere sus ascosporas y se dispersen como una fina lluvia que creará un infeccioso "campo de muerte" de un metro cuadrado aprox.
Los efectos de la infección de la hormiga carpintera Camponotus por Ophiocordyceps unilateralis: 
  1. ejemplar con notable desarrollo de las hifas del hongo (Hy) e incipiente desarrollo del “estroma” (S) 
  2. ejemplar con “estroma” desarrollado e hifas (Hy) fijando el insecto a la hoja.
  3. vista interna del cadáver de una hormiga infectada, nótese el gran desarrollo del hongo ocupando todo lo que una vez fueron los órganos internos de la hormiga.
Los micólogos no tienen muy clara la causa exacta del momento que gatilla la expulsión de las ascosporas, seguramente algún cambio en el microclima posiblemente coincidente con los máximos momentos de actividad de las hormigas, pero en ese momento clave tiene lugar un cambio de presión en el interior de las ascas, que contienen las esporas que son disparadas hacia un área enfocada de la selva. Con el fin de que el "campo de muerte" infecte a una desafortunada hormiga que pase en el momento justo en que las esporas son descargadas, el hongo producirá continuamente esporas durante un periodo de tiempo.



Bueno, lo interesante de esta increíble historia de miedo es la capacidad que tiene el hongo de manipular la mente de los huéspedes para su propio beneficio. Por esto se les llama "hormigas zombies". Cordyceps hace que el insecto se instale en distintas partes de la planta, algunos sobre de ella, otros debajo o en la base. En el caso de la hormiga, la manipula induciéndola a subir a una planta antes de morir para maximizar la habilidad de infectar a otras hormigas. El hongo provoca que la hormiga muera sobre el lugar de la colonia y exista una mayor probabilidad de que las esporas entren en contacto con las hormigas. Cualquier hormiga que esté cerca corre peligro de ser infectada y la consecuente e inevitable muerte.


Pero el hongo Cordyceps no es pura maldad, qué clase de personaje sería ese...
Todo esto tiene un lado increíblemente positivo en la diversidad de la selva, cumple una función básica y vital de la naturaleza. Se encarga de mantener el balance natural entre el número de individuos de las especies. Estos son parásitos capaces de detener a cualquier especie que intente aumentar su número, si más numerosa se vuelve la especie, será más probable que sea atacada por el hongo Cordyceps.

Lo interesante es que esta relación entre hormigas (e insectos en general) y patógenos no es reciente, de hecho, se han encontrado rastros del "death grip" datados en aproximadamente 47,8 ⍊ 0,2 millones de años. En esta época, Alemania tendría una vegetación tropical semejante a la que puede encontrarse en la actual Tailandia. Dicho fósil corresponde a una hoja con una serie de marcas muy similares a las producidas por el "death grip" de las hormigas Carpinteras infectadas por Ophiocordyceps. Lo que lo convierte en un fósil de mucho valor, no sólo porque te mostraría una antigua relación entre hormigas y hongos, sino porque es uno de los rarísimos casos donde llega a ser fosilizado tal comportamiento.

(a) Hoja fósil (SM.B.Me 10167) hallada en Messel con 29 marcas de “death-grip” presentes en 11 venas secundarias (rectángulos). (b) Ampliación de dichos rectángulos. (c) Una ampliación de (b), mostrando orificio y concavidad central. (d) Otra marca menos pronunciada. (e) Detalle de otra marca de (a). (f) Espécimen vegetal moderno mostrando un estroma maduro de Ophiocordyceps unilateralis saliendo de un ejemplar muerto de Camponotus leonardi con mandíbulas adheridas a un nervio central. (g) Marca de “death-grip” actual. (h) Superposición de modernos “death-grip” en venas secundarias y tercinarias. (i) Foto mostrando las mismas características que en (h).

Bueno, y como les dije, hay una ENORME variedad de especies y cada una de ella ataca a una especie en particular. Es fascinante ver las distintas formas y colores de los hongos y cómo incluso pueden parecer una hermosa obra de arte.







Y aquí hay un video de cómo este espeluznante cambio zombie ocurre: https://www.youtube.com/watch?v=XuKjBIBBAL8

miércoles, 10 de febrero de 2016

Autocirugía en la Antártica

Uno de los más famosos casos de autocirugía, es el del médico ruso Leonid Ivanovich Rogozov (1934-2000). Lo interesante de este caso es que, además de ser la primera autocirugía exitosa y documentada, es en las condiciones en que el médico Leonid Rogozov tuvo que realizarla, en medio de la Antártica y prácticamente sin ayuda.

Su historia va así: Se graduó en 1959 del Instituto Médico Pediárico de Leningrado (San Petersburgo de hoy) como médico general y comenzó su entrenamiento clínico para especializarse en cirugía. A los 26 años interrumpió su entrenamiento para unirse a la sexta Expedición Antártica Soviética como médico en la base Novolazarevskaya. 
Teniendo 27 años y siendo el único médico en la base, el 29 de Abril comenzó a sentirse cansado, débil, con nauseas y un poco afiebrado, y más tarde empezó a sentir un dolor en la parte inferior derecha del abdomen. Durante la noche los síntomas empeoraron, la fiebre subió y el dolor en el abdomen lo martirizaba. 

"No he dormido en toda la noche. Me duele como el demonio! Una tormenta de nieve azotando a través de mi alma, gimiendo como 100 chacales", escribió en su diario.

A Rogozov, siendo médico cirujano, no le llevó mucho tiempo diagnosticarse con apendicitis aguda.

"Aún no hay síntomas de que la perforación es inminente, pero tengo un muy mal presentimiento".
La estación soviética más cercana estaba a 3074 km de Novolazárevskaya y habían, por supuesto, terribles condiciones de la antártica. Era imposible buscar ayuda fuera. Estando atrapado en una base recientemente construida, con ningún equipo médico ni personal y un dolor agonizante, no tuvo más opción que realizarse una apendicectomía a sí mismo, sabiendo que si no lo hacía moriría dentro de las próximas 24 horas.

"Podía esperar por ayuda que no vendría, o hacer el intento de operarse a sí mismo" dijo su hijo, Vladislav Rogozov. No fue una decisión fácil, pero mientras consideraba las opciones sus síntomas empeoraban aún más.

"Tengo que pensar que la única salida que tengo es operarme a mi mismo... Es casi imposible, pero no puedo simplemente cruzarme de brazos y renunciar", dijo Leonid Rogozov.

Leonid Rogozov acostado hablando con su amigo
Yuri Vereschagin en Novolazarevskaya
Habiendo tomado la decisión, elaboró un detallado plan para la operación, designó a dos asistentes para que le pasaran los instrumentos, lo ayudaran con la lámpara y sostuvieran un espejo para que pudiera ver su abdomen estando acostado. El director de la estación también estaba en la habitación por si uno de los "asistentes" (un mecánico y un meteorólogo) se desmayaba.

"Era tan sistemático que incluso nos dijo qué hacer si él comenzaba a perder la conciencia, cómo inyectarle adrenalina y realizar una ventilación artificial", dijo Vladislav.

La operación comenzó alrededor de las 22:00hrs ese 30 de Abril de 1961. Tomó aproximadamente dos horas. El anestésico general estaba fuera de la ecuación, por lo que la extirpación del apéndice tendría que hacerse sin más alivio del dolor. Rogozov hizo una incisión de unos 12 cm para buscar el apéndice. Rogozov tenía la intención de utilizar el espejo para ayudarse a operar, pero el punto de vista invertido se convirtió en un terrible obstáculo, por lo que terminó trabajando por el tacto, sin guantes. 
Media hora después del inicio de la operación comenzó a sentirse débil y con nauseas, de ahí en adelante tuvo que hacer pausas cada cinco minutos para vomitar.
Mientras se acercaba a la parte final y más difícil de la operación, casi perdió la conciencia. Temía fallar en el último tramo.

"Sangraba mucho pero me tomé mi tiempo(...), me hacía más y más débil y mi cabeza comenzaba a girar. Cada 4 o 5 minutos tenía que descansar 20-25 segundos", escribió Rogozov.

"Finalmente está aquí, el apéndice maldito! Con horror me doy cuenta de la mancha oscura en su base. Esto significa que sólo un día más y habría estallado... Mi corazón agarrotado y notablemente ralentizadlo, mis manos se sentían como el caucho. Bueno, pensé, va a terminar mal y todo lo que quedaba era la extirpación del apéndice".

Pero no falló. Por fin pudo administrar un anestésico local, en su pared abdominal pero sólo una vez que había cortado y removido su apéndice, para poder mantener su cabeza lo más clara posible.

"No me permitía pensar en nada más que no fuera la tarea en cuestión. Era necesario coserme, me cosía con con firmeza y apretaba mis dientes".

Cerca de medianoche terminó la operación. Y antes de permitirse descansar, dio instrucciones a sus asistentes de cómo lavar los instrumentos quirúrgicos. Una vez que la habitación estuvo limpia, Rogozov tomó unos antibióticos y pastillas para dormir.

Después de cinco días el doctor se sintió mejor, y luego de 7 días removió los cables que utilizó para coser su cuerpo. Regresó a sus tareas normales sólo dos semanas más tarde. En 1961 fue galardonado con el Orden de la Bandera Roja del Trabajo. Publicó un breve nota acerca de su autocirugía en el Boletín de Información Expedición Antártica Soviética.
En Octubre de 1962 regresó a Leningrado e hizo un doctorado. Fue galardonado con la tesis «La resección del esófago para el tratamiento del cáncer de esófago». Los años siguientes trabajó como médico e incluso jefe del Departamento de Cirugía del Instituto de Investigación de Neumología Tuberculosa, en Leningrado (San Petersburgo).

Increíble.
Su nombre: Leonid Rogozov.

martes, 9 de febrero de 2016

5 Curiosidades Medievales

Si tuviéramos la oportunidad de transportarnos al siglo XIV, a Inglaterra, nos encontraríamos con un mundo totalmente distinto, que probablemente describiríamos como joven, violento, sucio e ignorante. Y todo es es probablemente cierto, pero hay cosas que te aseguro no tenías idea acerca de esta época. ¿Por qué no echamos un vistazo alrededor?

La gente es un poco más baja que nosotros, el promedio de los hombres es de 171cm y de las mujeres 158cm. Y si bien los adinerados probablemente pesen lo mismo que nosotros no ocurre lo mismo con los pobres, que incluso son aún más bajos por la selección genética y la dieta. Así, queda claro que los nobles tienen una gran ventaja al pelear.

La mayoría de la gente medieval es joven. Alrededor del 37% de la gente es menor de 15 años, y tan solo el 5% es mayor de 65 años. El largo de sus vidas depende de dónde estén y qué riquezas tengan. La esperanza de vida es de 50 años en una sociedad próspera, aunque la mitad de los adultos muere antes de llegar a esa edad. Los campesinos de la misma área, sin embargo, viven 6 años menos, aproximadamente. Todo esto, siempre y cuando alcanzaran los 20 años, y la mitad de la población habría muerto para entonces! 
De hecho, si ordenáramos a cada persona medieval en una línea por orden de edad y tomáramos a la de en medio, ésta tendría 21 años; mientras que actualmente si hiciéramos lo mismo, tal persona tendría 38 años.

Actualmente, la gente vive diciendo que los niños deben crecer tan rápido estos días. Bueno, si no les gustan "estos días" por qué no mejor hacen un viajecito a la Edad Media y reflexionan un poco en sus palabras. En la Edad Media se esperaba que un niño ya de 7 años trabajara, y si no lo hacía y decidía, en cambio, robar, podía ser legalmente colgado. Podían casarse a los 14 y servir en el ejército a los 15. Incluso algunos a los 16 años podían comandar batallones completos, como lo hizo el Príncipe Edward en la batalla de Crécy (1346). Eso sería impensable estos días, claramente.
Los embarazos a temprana edad son alentados, y una cosa más que positiva. La mayoría de las mujeres de buenas familias se casaban a los 16, y habrían tenido 6 hijos a los 24 años! (aunque 3 de ellos habrían muerto). (Ah, y todo esto si es que ella no murió en uno de los 6 partos). ¿Cómo esta la cosa?

La Edad Media no es una muy buena época para las mujeres, por ponerlo liviano. Desde que nacen hasta que enviudan viven bajo el control de alguien, la mayoría de las veces de una hombre. Una vez que se casan viven bajo la autoridad del marido, sin poder resistirse a él sexualmente.
No hace falta ser un genio para darse cuenta de que las mujeres de aquella época son constantemente víctimas de prejuicio sexual. Y es que en esa época se culpaba a la mujer por todas las fallas físicas, intelectuales y morales de la sociedad. Una plataforma fundamental en la que se fundan estos prejuicios es el famoso texto en que la mujer persuade al hombre de que tome la fruta prohibida.
Todos estos prejuicios son, de todas formas, ya parte de la época medieval desde sus inicios, y aquellos pocos que no compartían tales pensamientos no tenían nada más que hacer que escribir textos anti-sexitas para compartir con sus amigos. (AmigAs, realmente. Esto lo solían hacer unas pocas mujeres educadas).

Bueno, ya que tenemos el panorama...
El hecho IMPACTANTE, en todos los niveles de la sociedad, es la incapacidad de entender y controlar el deseo sexual. La mayoría del conocimiento médico se basaba fuertemente en las enseñanzas del siglo XIII del escritor Galen, que dice que el útero de las mujeres es "frío" y necesita ser constantemente "calentado" con la esperma del hombre. ADEMÁS, dice que si las mujeres no copulan regularmente, su "semilla" (como le dice Galen) coagulará y sofocará su útero dañando su salud. WTF! Esto si que les va bien a los hombres. Por esto, es ampliamente aceptado que las mujeres tienen la necesidad física de tener sexo regularmente.
Así que ahí tienen, una sociedad donde los hombres creen que sus mujeres necesitan tener sexo tanto como puedan.
Y te preguntarás que ocurre con las mujeres que no están casadas. Bueno, probablemente ya te lo imaginas. John Gaddesden, un gran doctor de Oxford a inicios del siglo, recomienda que si una mujer no encuentra a un hombre rápido, debe viajar, hacer ejercicio frecuentemente y tomar medicinas. Y si nada de esto funciona, para calmar su lujuria debe llamar a una partera y conseguir un poco de aceite...

Los resultados de este erróneo entendimiento de la sexualidad de la mujer son profundos. Galen asegura también que una mujer debe tener un orgasmo para poder concebir un hij@. Por un lado, para las mujeres con esposos deseosos de tener hijos es algo bueno. Pero para el resto es peligroso. Primero, porque un hombre puede violar a una mujer, y hacerlo de una forma tan brutal para que ella no disfrute de ningún placer físico y así esperar que no conciba. Y aunque la violación es un crimen serio, es casi imposible para una mujer lograr que este crimen se reconozca. Veamos ambos casos. Si la mujer concibe y si la mujer no concibe. Si la mujer NO concibe, y no hay suficiente evidencia que indique que el acusado violó a la mujer, no hay nada que hacer. Sería su palabra contra la del acusado (hombre). Si la mujer concibe, estaría declarando que disfrutó físicamente de la experiencia (según Galen) y por lo tanto no habría sido una violación.


Interesante...